La Pinsa Romana se caracteriza por ser crujiente por fuera y blanda por dentro.
La alta hidratación de la masa (aproximadamente un 80%), el uso de harina de arroz, la larga fermentación y el bajo contenido de aceite permiten obtener una pizza con características únicas de friabilidad y ligereza.
Posibilidad de cocinarla también en un horno normal ventilado.